Fue un texto escrito por Moreno, que con la excusa del mamao, viene a dar fe del republicanismo del doctor Moreno, un concepto un poco abstracto para aquellos niños que éramos cuando leímos esta historia del Manuel del alumno Bonaerense, pero que daba cuenta también de los problemas internos que había en aquella junta de gobierno primera. Recordarán aquello que escribió Mariano Moreno, de que ningún argentino ni ebrio ni dormido debe atentar contra la libertad de su país, tuvo su origen en un brindis que hizo un milico en pedo por Cornelio Saavedra. Este texto que sienta las bases de una doctrina igualitaria, de un lugar donde naides sea más que naides, y el que así no lo pensara podía ser condenado de traición a la patria. No como ahora, que cualquier perejil juega para los ingleses y nadie puede tocarle un pelo. Contaremos algo de aquello.
El hecho fue más o menos así. El 2 de diciembre la noticia del primer triunfo de las armas patriotas en Suipacha, llegó a Buenos Aires. La batalla había sido el 7 de noviembre de 1810. Reparen los oyentes en lo que tardaban en llegar las noticias desde Bolivia. En esa batalla el general Antonio González Balcarce al mando del Ejército del Norte venció a las tropas realistas. Suipacha fue la primera victoria de la Revolución. Este triunfo permitiría avanzar hacia la rica zona minera de Potosí, en el actual territorio de Bolivia, ocuparla e instalar un gobierno revolucionario dirigido por Juan José Castelli. Los revolucionarios de Mayo comenzaban a dar sus primeros pasos en un camino que conduciría más tarde a la independencia de la región.
Ese 2 de diciembre no hubo iluminaciones ni festejos, tal vez por las penurias económicas que se estaban sufriendo por la guerra. O por los problemas que tenía el Gobierno entre su línea conservadora saavedrista y su ala más revolucionaria que respondía a Moreno.
La noche del 5 de diciembre sí hubo un sarao -a pesar de la crisis- en el cuartel de las Temporalidades, sede del Regimiento de Patricios, organizado por los oficiales de este cuerpo. Esta situación habría de tener una inesperada derivación que terminó con la redacción de ese decreto de Supresión de Honores. Moreno, que no asistió a la fiesta de los Patricios, fue exageradamente informado por un escribiente de su Secretaría quien le botoneó que en la reunión se había dispuesto un lugar de honor para Saavedra y su esposa, doña Saturnina Otárola, y que al parecer, un ebrio consuetudinario el capitán retirado de Húsares Atanasio Duarte, había saludado a Saavedra y a doña Saturnina como los futuros monarcas de América.
Moreno, que era un intelectual, un estudioso, y un maniático también, sólo salía de su casa cuando debía trabajar en la Fortaleza. Sabiendo que tenía enemigos salía con dos pistolas en el bolsillo y custodiado por un grupo de amigos, parte de una vanguardia denominado el Club, que se reunía habitualmente en el Café de Marco y que acordaba con la política seguida por el Secretario de la Junta, quien a esta altura de los acontecimientos, había sustituido a Saavedra en la conducción de la Revolución. Así lo hizo esa noche
Como dije, este es un recuerdo de la infancia, Manual del alumno Bonaerense, cuarto/quinto grado en el que se decía que Saavedra no había permitido la entrada de Moreno y bla, bla, y que este incidente profundizó las grietas de la Primera Junta de Gobierno. No sé si recuerdan…
Lejos ya de aquellos años de infancia, de dónde saco la imagen congelada de Moreno pluma en mano y con la mano en la frente a punto de escribir una genialidad, podemos conocer hoy las conclusiones de investigadores que afirman que se macanean los que dicen que Moreno no había sido invitado o que tenía prohibida expresamente la entrada al Regimiento. Explican que Moreno era un introvertido, que no acostumbraba jamás a asistir a fiestas y, si bien al sarao podían ir los militares en actividad o los retirados con sus familias, hay que buscar el origen del malentendido en la intención del propio Moreno. Al ir hacia la Fortaleza, recordemos que iba acompañado de sus culatas, le produjo un sentimiento de contrariedad ver en las Temporalidades apostado a un centinela, y quiso averiguar por sí mismo si se le impedía la entrada. El centinela lo rechazó, porque Moreno -maliciosamente- no se dio a conocer, pues le hubiera bastado decir que era el Secretario de Guerra de la Junta para que, por lo menos, el centinela pidiera instrucciones. Moreno fue quien provocó el incidente para eliminar políticamente a Saavedra.
Esa misma noche, vela de sebo, papel basto, tinta espesa y pluma de ánsar, redactó el decreto llamado de Supresión de Honores que en su parte dispositiva suprimía los honores del presidente, le quitaba su escolta y el "aparato que lo distinguía de los demás ciudadanos"; prohibía los "brindis, vivas y aclamaciones públicas en favor de individuos particulares de la Junta; Decía que “si éstos son justos vivirán en el corazón de sus conciudadanos... sólo se podrá brindar por la patria, sus derechos, gloria de nuestras armas y objetos generales concernientes a la felicidad pública", bajo pena de destierro por seis años. Y finalizaba diciendo: "habiendo echado un brindis D. Atanasio Duarte con que ofendió la probidad del Presidente y atacó los derechos de la patria, debía perecer en un cadalso; por el estado de embriaguez en que se hallaba, se le perdona la vida, pero se destierra perpetuamente de esta ciudad, porque un habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener impresiones contra la libertad de su país".
Una historia más de nuestra historia llena de ocultamientos y macanas.
Ah, una palabra más, sólo para cerrar la historia: Cornelio Saavedra, moderado y conciliador con las ex autoridades coloniales, había logrado imponerse sobre Mariano Moreno con el apoyo del interior conservador. Para desembarazarse de Moreno lo envió a Europa con una misión relacionada con la compra de armamento. Moreno aceptó, y tres meses después, un 4 de marzo de 1811, embarcado en el Fama un buque de bandera inglesa, moría en alta mar, envenenado, sin sus culatas, solo con su hermano. El primer patriota, mártir de la revolución, fue arrojado al mar envuelto en una bandera inglesa.
EL 5 DE DICIEMBRE DE 1810 LA JUNTA DE GOBIERNO DE MAYO
ResponderEliminarPROMULGO EL DECRETO DE SUPRESIÓN DE HONORES
Dijo MARIANO MORENO refiriéndose al culto de la personalidad, de que ningún argentino ni ebrio ni dormido debe atentar contra la libertad de su país
si éstos son justos vivirán en el corazón de sus conciudadanos... sólo se podrá brindar por la patria,y sus derechos, gloria de nuestras armas y objetos generales concernientes a la felicidad pública",