martes, 23 de noviembre de 2010

COMBATIENDO EL CAPITAL I

AU REVOIR, PARÍS


La Argentina está en condiciones para ejercer su independencia en materia económica, no sé si he sido claro. Está fuerte, se ha repuesto con planes propios, heterodoxos para el establishment. Lo hizo mirando hacia adentro, escuchando la voz de los argentinos desmunidos por el desastre neoliberal de los 80 y 90, atendiendo las lecciones de la historia, lejos de las recetas que hasta 2003 venían de afuera. Por eso la decisión de la presidenta Cristina Fernández de negociar los compromisos externos sin la participación del Fondo Monetario Internacional fue aceptada por el Club de París. 
Es más, yo sigo lo que dice don Abraham Gak, economista, ex rector del colegio Carlos Pellegrini y creador del Plan Fénix, quien dice que, si fuera necesario pagaría al contado la deuda que el país mantiene con el Club que, por otra parte, no es tan grande. Hoy, que el país tiene una situación holgada en términos financieros, hay que tener bien lejos al FMI, porque la deuda externa ha sido siempre fue la variable usada por  los centros financieros para someter a América latina a sus decisiones. Un parrafito para el FMI: Entre 1956 y 2002 este organismo fue cómplice y  artífice del endeudamiento y la pauperización de la República Argentina. Eso es el neoliberalismo.
¿Qué es el Club de París?
De Página 12 sacamos esta info sobre el El Club de París, la orga que reúne a las principales potencias desarrolladas, acreedoras de la Argentina.
La historia entre la Argentina y el Club de París se remonta al nacimiento mismo de la entidad multilateral, en 1956, cuando representantes de ambas partes se reunieron para renegociar una deuda de 500 millones de dólares.
El Club de París es un consorcio integrado por 19 acreedores públicos, que actúan conjuntamente para renegociar los pasivos de las naciones con dificultades de pago. Este foro  con sede central en la capital francesa, está formado por Alemania, Italia, España, los Estados Unidos, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca , Japón, Holanda, Finlandia, Francia, Irlanda, Noruega, Rusia, Reino Unido, Suecia y Suiza.
Pero cerca del 90% de nuestra deuda se encuentra repartida entre seis países: Alemania, Japón, Holanda, Italia, España y, obviamente, los Estados Unidos.
Se hicieron nueve negociaciones hasta el default de 2001, que dejó al país sin capacidad de pago. En septiembre de 2008, Cristina anunció que el gobierno cancelaría la deuda de 6706 millones de dólares con el Club pagando con reservas de libre disponibilidad del Banco Central.
Luego, la crisis internacional y la agudización de las dificultades crediticias en todo el planeta llevaron a la Argentina a postergar la decisión, ante la necesidad de preservar sus reservas, que alcanzaban entonces los 47.146 millones de dólares y que hoy superan los 52 mil millones.
Lo dicho: la medida de la Presidenta de cancelar la deuda con estos señoritos, es un paso más hacia nuestra independencia económica, con la que es posible profundizar el camino hacia la justicia social. Para seguir combatiendo el capital, como dice una marcha partidaria que yo bien me sé…

O. T.

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